RUTABAGA

Colinabo sueco

Un ejemplo de creatividad con este producto es el plato de Berasategui “Caviar y rutabaga con dados de consomé de jarrete”.

Planta vegetal muy común en el norte de Alemania que se introdujo en el siglo XVII de Escandinavia. Su sabor es fino, más ligero que el del nabo. Esta variedad de invierno tiene una carne algo anaranjada, que se puede emplear en la cocina como las patatas. Puede prepararse retirando la piel y aprovechando el interior del tubérculo, o bien cocer entero en agua con sal, dejar templar, pelar y cortar. Si se consume crudo, es mejor picarlo en juliana delgadas, perfecto para ensaladas. En guarnición, estofado, frito, gratinado, o en sopa, este vegetal es un ingrediente que marcará la diferencia en el sabor de los platos. Las hojas también son comestibles y se pueden preparar de manera similar a las hojas de mostaza, acelga o espinacas.

Presentación: Manojo o Granel, según estado de las hojas.

Conservación: de 6 a 10 grados en el frigorífico.

Consejo: Debe conservarse en el frigorífico sin estar cerradas en bolsa o compartimento. Si queremos aprovechar tanto la raíz como las hojas, lo mejor es cortarlas y guardarlas en bolsas por separado en la nevera. La raíz se lava y se cepilla (no hay que pelarla porque en la piel están la mayoría de las vitaminas y minerales, además de la fibra). Desterrado suele suministrar los bulbos, tubérculos y raices con un primer lavado y cepillado.

Disponibilidad: Otoño - Invierno.

Enlace de interés:

Artículo “La magia de Martín Berasategui” de Carlos Maribona